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BAE 17-09-2018 - Merino Soto El cambio en el escenario económico a partir de la vuelta de las retenciones planteó en el productor la necesidad de inclinarse por un cultivo que no sólo genere menos gastos sino que a la vez le otorgue una mayor rentabilidad. Es así que el maíz cede terreno a la soja, que amplía las hectáreas por tener menor costo.
La Bolsa de Comercio de Rosario consignó en su último informe que 200.000 hectáreas del cereal pasarán a la oleaginosa dado que "hoy se privilegian los planteos que requieran menor inversión y permitan acotar el riesgo, al tiempo que se apuesta a paquetes tecnológicos más comedidos para limitar las necesidades de financiamiento".
El nuevo esquema de derechos de exportación recortó el diferencial de alícuotas a mayo 2019 de 21,5 a 18 puntos porcentuales en favor de la oleaginosa.
La Bolsa señaló que en el ciclo 2018/2019 se cubrirían 6,6 millones de hectáreas con maíz. Ello es, 200.000 hectáreas menos de lo que se preveía un mes atrás. La alerta que emerge es que, con una tasa de interés de referencia oficial en torno al 50%, la suba del costo de financiamiento limita el paquete tecnológico de los planteos, lo cual tendría un correlato en rindes y calidad.
Esto quiere decir que 17,9 millones de hectáreas serán sembradas con soja. Con un promedio de rendimiento por hectárea de 3.2 toneladas. La cosecha a levantar quedaría en 57,2 millones de toneladas. A valores FOB mayo 2019, los ingresos llegarían a los u$s19.250 millones.
Este número puede ir en baja conforme se vaya constatando los 128 millones de toneladas récord para los EE.UU. que ingresan al mercado en noviembre próximo. La expectativa impulsa los precios externos a la baja. El viernes pasado su cotización en Chicago quedó en los u$s300 la tonelada. Será para alquilar balcones por lo pronto en el plano local la exportación confirma pagar hasta $10.000 para llevarse el poroto a China. |
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