Revista Puerto 24-08-2018 - Karina Fernández Acceder a información pública sobre la inversión del Estado Nacional en investigación echa un poco de luz en medio de tanta conmoción social y mediática respecto del futuro de la ciencia en la Argentina. Desde 2009 hasta 2017 el presupuesto del INIDEP creció todos los años. Por otra parte, las cifras oficiales no reflejan para 2018 un ajuste del 50% sobre el presupuesto, como trascendió desde el propio Instituto; pero sí evidencian que no estuvo contemplada la inflación en la magnitud real ni tampoco las paritarias. Lo mismo ocurriría en 2019, aunque por el momento son solo especulaciones, dado que se está en etapa de estudio y no hay información oficial al respecto.

El presupuesto anual que recibe el INIDEP se destina a gastos de personal; al pago de combustible y víveres que se agrupan en el rubro consumo y a los gastos de luz, gas, teléfono, internet, mantenimiento de buques y seguros de buques y vehículos, a los que se reúne bajo el ítem servicios.

En el año 2014 el Estado asignó una partida presupuestaria de 154 millones de pesos, destinándose de ese total 110 millones a gastos de personal; para consumo 16 millones y para servicios 28 millones.

En el año 2015 el presupuesto anual fue de 198 millones de pesos. Para gastos de personal se destinaron 150 millones; para consumo 10 millones y para servicios 38 millones. La baja en el rubro consumo se explica por la falta de campañas: fue de los últimos ocho años, contando el actual, el de menor cantidad de días navegados, solo 70 con barcos del INIDEP, mientras en 2011 se había llegado a 284 días.

En el año 2016 el presupuesto total fue de 226 millones de pesos. Se destinaron para gastos de personal 175 millones; para consumo 15 millones y para servicios 36 millones. Ese año los días navegados por la flota del INIDEP llegaron a 115, según la información suministrada por los investigadores a las autoridades municipales.

En 2017 el presupuesto volvió a aumentar, pasando a un total de 269 millones de pesos. Para los gastos de personal, tanto los de planta permanente como contratados, se destinaron 230 millones; para servicios 32 millones y para consumo 17 millones, aumentando en 2 millones a pesar de haber tenido 110 días navegados en barcos propios.

Pese a las fuertes críticas que se ha hecho a la reducción de presupuesto, en 2018 el dinero destinado al funcionamiento del INIDEP tampoco bajó. Se le han entregado hasta el momento 284 millones de pesos y todavía no se ha hecho entrega de la partida del Fondo Nacional Pesquero, asignada por el Consejo Federal, que habitualmente se realiza en diciembre de cada año.

De la partida de 2018 se asignaron 230 millones de pesos para gastos de personal; para consumo 19 millones y 35 millones para servicios. El ajuste al que hacen referencia desde el INIDEP en realidad responde a una suba presupuestaria que no contempló paritarias, ni acompañó la inflación. Por ejemplo, en el ítem sueldos el aumento no llegó al 5% y el de servicios fue menor al 10%. En el caso de consumo el aumento fue superior al 17%.

Respecto de lo que sucederá en 2019 hasta ahora son solo especulaciones, se ha hablado de un recorte del 50% que pondría en riesgo la continuidad de las campañas pero hasta el momento no hay nada definido. Fuentes del Ministerio de Modernización indicaron que lo más probable es que se mantenga el mismo presupuesto que en 2018, pero que aún no está definido.

Si esto ocurre, se produciría una clara reducción presupuestaria pero no del nivel del que se está hablando, aunque queda claro que para poder mantener activos los barcos con un ritmo de campañas que permita evaluar los recursos con la periodicidad que la administración sustentable requiere, será necesario apelar a otras fuentes de financiación.

Del Fondo Nacional Pesquero, por ejemplo, le otorgan al Consejo Federal Pesquero para su mantenimiento la misma partida presupuestaria que al INIDEP, con la clara diferencia de importancia que pueden tener uno y otro. Mientras el INIDEP destina los recursos a la investigación, el CFP lo destina en buena parte a llevar a pasear funcionarios a ferias internacionales.

Por otra parte seguramente será importante contar con el aporte del sector privado, lo que en algunas pesquería se ha logrado con un apoyo total, como son los casos de vieira y langostino. Los mensajes poco claros infunden temor y no contar con interlocutores válidos lleva muchas veces a generar situaciones que no le convienen a nadie, especialmente al gobierno. En ese sentido el mensaje transmitido por el Subsecretario de Pesca a los investigadores poco ha ayudado.
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