La Nación 27-07-2018 - Mariana Reinke Desde su inicio, el miércoles de la semana pasada, la Exposición Rural de Palermo, que finaliza el domingo, viene viviendo jornadas positivas y con un público en alza. A pesar de que el tiempo en los últimos días no acompañó, en la muestra hubo una multitud todos los días.

Igual que en años anteriores, la Rural mostró un abanico de actividades variadas para toda la familia. La recorrida de la muestra a cielo abierto se trasladaba, por momentos, a los pabellones hasta que el clima daba un respiro.
ADEMÁS
Otra jornada con precios en alza para el trigo nuevo
Polled Hereford eligió a su Gran Campeón Macho y Angus, a la Gran Campeón Hembra

Cada rincón del predio tiene sus adeptos y, año a año, se suman nuevos simpatizantes. Un público variado entre los que estaban estudiantes de las facultades de agronomía y veterinaria, de boinas y ponchitos de alpaca con la matera al hombro, se aprestaban a seguir desde las tribunas la jura de bovinos, equinos y otras razas, como así las ventas de los animales.

Los stands de pilchas gauchas y talabarterías mostraban sus productos, en busca de una buena venta estos últimos días de la exposición. La talabartería Pringamoza tiene "22 años de Palermo". Para Oscar Zorrilla, su dueño, en cada nueva edición, el público crece: "Palermo es donde el interior se siente representado. Es el lugar que une a la Argentina, gente del norte y el sur se encuentran", explicó a LA NACION. Y agregó: "El 50% del público tiene en sus agendas del año venir a la Rural, porque ve la nueva tecnología, se encuentra con nuevos socios, y otro tanto viene porque siempre hay un atractivo diferente o por comentarios de gente que estuvo los años anteriores", dijo.

"Cada año el interior decide venir a Buenos Aires, aprovechando las vacaciones y la feria judicial, cree que es un buen momento para recorrer con tranquilidad la ciudad y la muestra. Este es el lugar donde el campo le demuestra al país como trabaja", comentó.

Pese al clima fría, en los últimos días la muestra tuvo gran cantidad de público
Pese al clima fría, en los últimos días la muestra tuvo gran cantidad de público Fuente: LA NACION - Crédito: Ricardo Pristupluk

Pero no solo para el público nacional la Rural es un clásico. Desde los países vecinos, como Brasil, Paraguay y Uruguay, las visitas se incrementan año tras año. Desde 1978, Manuel Luis Sarmiento y su mujer, María Lourdes, vienen de Bagé, Río Grande do Sul a participar de la muestra. "Hoy, con el cambio de Gobierno, el campo argentino tiene esperanza, al igual que Brasil", dijo Sarmiento a LA NACION. Y añadió: " Cada año que pasa yo encuentro más personas en el predio".

Laura Torres hace nueve años que expone en Palermo. En su local "El Timbó", su hermano cincela, de manera artesanal, pavas y mates de aluminio. "Cada vez viene más gente, es una fiesta popular, donde el boca a boca del público ayuda a que se conozca. También la publicidad impulsa a que gente nueva se acerque", dijo la vendedora.

Los stands de pilchas gauchas muestran todos sus productos en busca de una buena venta. Al respecto, Zorrilla explicó que no es común encontrar en la ciudad productos autóctonos de manera simple. "Acá, el público descubren desde unas boleadoras, estribos hasta aperos de campo", dijo.

Cerca del mediodía, donde hoy la lluvia y el frío dieron un poco de respiro, las familias se aprestaban a almorzar en restaurantes de comidas típicas de campo: empanadas, choripán, locro criollo, chivito, entre otros. "Con este frío, las comidas camperas, como el locro o el guiso de lentejas, son las que esperamos todo el año para comer en la Rural", dijo un vecino, mientras abonaba su porción de locro.

Otros, sin embargo, caminaban bajo la llovizna, en busca de un lugar con techo para sentarse y comer tranquilos la vianda que se trajeron de su casa o bien compraban un set con productos regionales de Tandil para pasar el momento.

Los jubilados coparon la parada el lunes y martes que podían entran en forma gratuita y trajeron a sus nietos a pasar un día de "campo".

Según varias personas consultadas, entre las cosas a mejorar es la cuestión del "tiempo muerto" afuera del predio a la espera de poder entrar. El público se quejó de la situación. La infraestructura "quedo chica" para albergar a tanta gente.

"Muchos amigos que vinieron del interior estuvieron esperando un tiempo largo en las filas que se formaban en la calle para tratar de estacionar en el estacionamiento del predio , como también para comprar las entradas", dijo un vecino. Y agregó: "Venían y estando acá decidían regresar y volver otro día".
Por: Mariana Reinke