Revista Puerto 16-07-2018 - Roberto Garrone Santos es oficial de máquinas del Dormeda, el buque pesquero español que se hundió en la madrugada del miércoles a 209 millas de las costas de Comodoro Rivadavia y que dejó como salgo el rescate de 25 tripulantes, 1 marinero fallecido y otro desaparecido.

El sobreviviente atribuyó a una mala maniobra del capitán el naufragio del pesquero de Freiremar, empresa española con epicentro en Las Palmas de Gran Canaria y con una flota de 35 buques congeladores.

“El capitán estaba derecho y de pronto comenzó a virar y escora el barco. Avisé al jefe de máquina que estaba escorado, entrando agua por el trancanil”, dijo el tripulante en un español fluido.

Se cree que el barco estaba levantando equipo con un gran lance y no se cerraron los trancaniles de planta. Eso explicaría que el buque entierre la popa y escore.

“Traspasé gasoil, usé las bombas de achique manual y máquinas para enderezarlo. Pasaron 10 minutos pero siguió entrando agua por el trancanil”, dice en un video grabado a bordo del Beagle I, luego de ser rescatado junto a ocho compañeros de una balsa salvavidas.

Los intentos por detener el ingreso de agua fueron infructuosos. “Quisieron poner la tapa de emergencia pero no pudieron por la fuerza de agua”, contó Santos, que subió al puente para decirles a los marineros, pero ellos pensaron que era una broma. “Les dije que no era una broma”. Nadie había activado la alerta de abandono de barco ni comunicado lo que estaba sucediendo.

Santos decide ir a ver al Capitán en el frente de la maniobra. “Le digo que nos estábamos hundiendo pero él me quita de su frente y quiere seguir virando”, relata el tripulante. Es en ese momento donde le grita para que reaccione. “Estas hundiendo el barco, concha tu madre, le dije de frente y me bajé a la máquina”.

La situación había empeorado por lo que decidió “desesperadamente” despertar al Jefe de Máquinas que le faltaban 15/20 minutos para tomar la guardia. El oficial despertó y Santos le dijo que vaya a ver al capitán porque a él no le había hecho “ni puto caso”.

“Ordenó que picaran cabos, pero fue en vano porque teníamos el barco escorado”, lamentó Santos quien responsabilizó al oficial al mando. “Es una negligencia del capitán, no sé cuántos años tiene… la primera vez que lo conozco; nunca trabajé con él”, dijo el tripulante.

Cuando la estabilidad del barco estaba perdida definitivamente los marineros y oficiales del Dormeda tomaron los salvavidas del puente porque ya no podían ir a buscarlos a los camarotes.

“Repartimos lo que estaba en el puente y fuimos a las balsas. El oficial cogió la radiobaliza y el capitán, a su modo, a su paciencia, se puso el traje sumergible y no se preocupó en pedir auxilio. Fue el primer oficial el que hizo el may day a último momento pero no supimos si alguien le había hecho caso”, recordó Santos.

Sobre el marinero desaparecido, reconoció que saltó junto con su grupo, en la banda de babor. Según dijo, “él no apuntó tan cerca de la balsa y se nos perdió. No pudimos hacer nada porque estábamos atados al barco. Nos pidió auxilio pero no fuimos capaces de rescatarlo. En ese momento estábamos levantando a otro compañero… es jodido”.

Santos llegó ayer al mediodía a Mar del Plata a bordo del Beagle I junto con otros 8 sobrevivientes del naufragio del Dormeda. El congelador de Baldino se quedó sin máquinas en el viaje de regreso y debió ser remolcado por otro barco del grupo, el Coalsa II.
puerto