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(7 de Diciembre) Los trabajadores de la avícola Cresta Roja fueron duramente reprimidos por la policía bonaerense mientras se encontraban reclamando por la reincorporación de los despedidos en las plantas que tiene la empresa en las localidades bonaerenses de Esteban Echeverría y Ezeiza. En el marco de ese reclamo habían instalado unas carpas en el ingreso a la planta que explota la firma Tres Arroyos. Los empleados reclamaban que la empresa cumpla con el compromiso de reincorporar a los cesanteados cuando arribaron a la zona un grupo importante de efectivos policiales. Mientras se realizaba una negociación entre los manifestantes y la policía, la empresa intentó hacer ingresar los camiones con ayuda de la policía. Eso provocó la queja de los cesanteados y los efectivos no dudaron en reprimir con balas de goma, gases y palos.

No es la primera vez que los trabajadores de la avícola son reprimidos. En mayo pasado, también durante un reclamo por la reincorporación de despedidos, fueron reprimidos por la Gendarmería.

La planta de Cresta Roja fue utilizada por el presidente Mauricio Macri para montar la escena de la reactivación económica junto con la Gobernadora María Eugenia Vidal. Hasta allí llegaron para anunciar el veto a la Ley Antidespidos, se fotografiaron, prometieron prosperidad, pero nada de eso ocurrió.

Dos años después, la fábrica no solo no se reactivó sino que despidió a un centenar de trabajadores y esta tarde fueron brutalmente reprimidos por bloquear los portones para reclamar que les devuelvan su fuente de trabajo.

Con un enorme despliegue de fuerzas policiales, los trabajadores fueron desalojados. Hace tres semanas que llevan adelante un plan de lucha ya que a mitad de año despidieron a casi 200 trabajadores y la planta de la cual fueron despedidos, fue reactivada.

“Estamos impidiendo el ingreso a los camiones y nos reprimieron con balas de goma y gases. Estuvimos esperando una respuesta en estas tres semanas y no hubo una respuesta. Nos llegó la información de que iban a vaciar la empresa y bloqueamos los portones”, contó el delegado Carlos Stasiuk e informó que se registraron trabajadores con heridas y “dos fueron hospitalizados por el gas pimienta”.

A mitad de año, la empresa despidió 180 trabajadores a los cuales no les pagaron indemnización. “Estamos peleando por la fuente de trabajo o nos paguen lo que nos corresponde pero ninguna se hace efectiva. Nadie nos recibe del Gobierno”, apuntó el trabajador y advirtió que para el próximo año despedirán a 800 trabajadores.