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En medio de la crisis económica, la venta de pollos sigue siendo rentable y quienes trabajan con la carne blanca aseguran que venden incluso más que meses anteriores. El kilo de pollo cuesta entre $59 y $65, menos de la mitad de lo que vale un kilo de carne vacuna o porcina, que tiene un valor de entre $150 y $240 por kilo. La diferencia de precios sería el principal motivo por el que se convirtió en la opción más elegida por los catamarqueños a la hora de pensar en algunas de las comidas diarias.
Gabriel, encargado de avícola, comentó a El Ancasti que trabajan con pollos de Entre Ríos, grado A, que significa la mejor calidad y que si bien la venta es buena abunda la competencia en la ciudad.

“Las ventas están sostenidas; a la gente le conviene comprar dos pollos y no solo un kilo de carne. Lo que más se vende son los derivados de pollo y pollo entero; creemos que se trata de trabajar para seguir sosteniendo estas ventas y más allá de las subas que tiene el rubro no podemos subir el precio en mostrador. Consideramos que las subas se fueron dando muy despacio cuando ya no pudimos sostenerlo, pero siempre como mayorista y distribuidores no podemos aumentar a diario como. El pollo, a diferencia de la carne de vaca, cambia de precio de forma permanente y muchos no lo saben; vendemos unos 300 cajones de 20 kilos por día, y a esa venta la tenemos que cuidar", opinó.
Además, dijo que las ventas son significativas, sobre todo porque en Nuevo Avicat el pollo tiene un precio de $62,50 y a mucha gente opta por esta carne en lugar de la vacuna.

De igual manera, desde pollerías céntricas explicaron que las ventas al por menor también están sostenidas a diferencia de las bajas en el consumo de carne roja y que los clientes suelen concurrir al menos 3 veces en la semana.

“Las ventas son buenas, no bajaron y eso es importante. La gente viene y lleva por kilo de pollo; por la mañana suelen llevar un pollo chico y les alcanza. Entre las 11 y las 13 no damos abasto; la gente viene y quiere llevar todo lo rápido, milanesas, bife de pollo, hamburguesas y todo lo que puede cocinar rápido y económico”, contó Carlos, vendedor de una pollería céntrica.

También, explicó que el precio subió, pero no a gran escala y que en los últimos meses aumentaron entre $2 y $5 por kilo; y los precios como ocurrió históricamente continúan siendo menor que las carnes rojas.

Por su parte, Angélica, propietaria de una pollería en la zona sur de la Capital, contó que a su pollería le incorporó varias alternativas de comida preparada ante la demanda de sus clientes.

“Este año agregamos a las milanesas de pollo, milanesas de muslo, hamburguesas de pollo, pollo al horno y ahora mi marido agregó pollo a la parrilla. La gente pide todo el tiempo para almorzar y el menú al menos 3 días a la semana seguro es pollo. La gente sabe que en las pollerías puede encontrar qué comer por $50, pero no en una carnicería”, enfatizó. Actualmente, en el país el consumo de pollo tiene un promedio de 45 kilos per cápita, ganando terreno en los mostradores y una clara muestra de esto es que las carnicerías sumaron el pollo como producto para evitar pérdidas de clientes.

$59 a $65

Son los precios promedios por un kilo de pollo fresco por menor. Por mayor un cajón de 20 kilos tiene un promedio de $1.000, siempre dependiendo de la calidad del producto.